La confesión de nuestros pecados activa el poder de la sangre de Cristo y ésta lava el pecado. El arrepentimiento comienza en lo personal y cuando hay arrepentimiento entonces Dios bendecirá nuestras vidas con avivamiento. Hay personas que dicen “no puedo”, “el pecado me dominó”. No debes decir esto pues esta confesión abre puertas a Satanás.
Analicemos Isaias 53 V. 6 :
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
Ovejas y Leones
Nosotros, los creyentes, la Iglesia de Dios somos Ovejas. El León es Satanás.
En el Medio Oriente hay leones que rodean el redil de las ovejas. Si se les permite destruyen el rebaño. El león se agazapa en los arbustos, esperando el momento para echarse sobre alguna oveja. Esto se ve señalado en la frase “Cada cual se apartó por su camino”
Descarriarse quiere decir apartarse de la senda. Apartarse por otro camino que no es el camino correcto. El camino correcto es el camino de Dios pues El sabe lo que has de pasar o no, y es el camino para lograr llegar a El.
Hay 4 tipos de ovejas que se pueden descarriar:
1. Ovejas desorientadas - No vienen bien orientadas, están desubicadas. Andan de redil en redil, buscando el mejor pastor y la mejor iglesia. La mejor iglesia es la de aquella que en la que mejor se sienten. Jesús veía las ovejas de Israel como ovejas que no tenían pastor.
2. Ovejas enfermas – hay condiciones internas y pecados, condiciones específicas que le impiden a una oveja seguir bien y caminar detrás del pastor. Son las que se recuestan y piden ayuda a otros. “Si tu vas yo voy”. No podemos siempre estar recostados. Hay que tener iniciativa y actuar por cuenta propia confiando nuestros pasos a Dios, esto es llamado Pasos de Fe. A veces también tienen quejas y lamentos. Esos balidos(quejas) el león(Satanás) los esta escuchando de lejos. Sabe que esa oveja la puede alcanzar porque va más lento ya que tienen que llevarla y no va sola. El león escucha el salido lastimero y el león lo asecha. Dice la oveja “no voy a la iglesia” “no puedo”. Es fácil para el león porque se quedan rezagadas, atrás.
3. Ovejas heridas - Cuantos llegan a la iglesia pasando una crisis, una raíz de amargura, un resentimiento. Están sangrando y dejan un rastro de sangre. El león huele bien la sangre. No hablan con nadie, no se acercan al Pastor y le traen sus quejas, su dolor, ni permiten ser consolados y sanadas sus heridas. No permiten que Jehová restaure y los salve. Todo lo que tienes que hacer es traer tu herida y permitir que Dios ponga su aceite y te sane. Muchos no van a la fuente, siguen con la herida y siguen sangrando y cualquier cosa les abre las heridas. ¿Cuan fácil es volver a abrir más una herida que aún no cicatriza y esta sangrando? Cualquier cosa, una visita, una conversación, algo que se ha visto o sentido, etc.
4. Oveja tierna y recién parida - Necesita mucho cuidado. Nadie abandona una criatura acabada de nacer. Necesita cuidados. Eso es lo que la visión enfatiza: cuidar al nuevo que llega. Apenas esa oveja está conociendo un mundo nuevo. El paso de ellas no es el mismo que el de una oveja robusta. Hay que llevarlos a leer la Biblia, enseñarlos a orar y sobre el ayuno. La oveja recién nacida, como no sabe a donde van se confunden y el mundo vuelve a llamarla y viene entonces el león y se la lleva, y su estado postrero puede llegar a ser peor. El diablo esta pendiente de todas las ovejas errantes para llevárselas a su guarida.
Así que de nuevo, OVEJA NO TE QUEDES RESGAGADA.
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