jueves, 18 de octubre de 2007

Cuando tu hacha se cae al agua


2 Reyes 6:5-6 “Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo “Ah, Señor Mío era prestada!” El Varón de Dios preguntó: “Donde cayó?” Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro.

Tantas cosas que Dios nos presta y nosotros creemos que son nuestras nada más. Y que siempre las tendremos. Hasta que las perdemos nos damos cuenta que no eran nuestras, que eran prestadas.

Por ejemplo nuestras vidas son prestadas, en esta tierra solo estaremos un tiempo. Nuestros hijos son prestados, vienen al mundo a través de nosotros pero son prestados por un tiempo también. Se nos presta la salud, la ropa, la casa, los autos. Igual que el hacha.

Y que pasa cuando perdemos nuestra hacha y cae al agua? Entonces nos damos cuenta, que he hecho? La perdí, lo perdí, he perdido….Ayúdame Dios Mío.

El hacha ha caído en el agua, profundo. Si no hubiera sido profundo, no hubiera exclamado con tanta angustia que era prestada. Si la hubiera podido sacar el mismo, no hubiera habido tanta angustia. Era imposible sacarla. Se había hundido irremediablemente.

Así nos pasa con algunas cosas que perdemos en nuestra vida, las perdemos y conseguirlas de nuevo esta fuera de nuestro alcance.

Pero solo Dios puede regresarnos nuestra hacha! “El Varón de Dios preguntó: “Donde cayó?” Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro.”

Flotar el hierro. Solo Dios hace flotar el hierro, algo imposible, un milagro. Algo que parecía imposible a los ojos del mundo, es posible para Dios. Lo que se había perdido el Señor nos lo puede recuperar, si es su voluntad, solo hay que tener fe, confianza en El y esperar.

Así que hermano, la próxima vez que tu hacha caiga al agua, aclama al Señor, que El todo lo puede. Resucita lo muerto, hace flotar el hierro y sobretodo te ama muchísimo. Confía.

jueves, 4 de octubre de 2007

¿Confianza o Ansiedad?



A veces nos preocupamos excesivamente por las cosas básicas de la vida. Nos echamos encima ese peso y hasta nos angustiamos, a veces desesperamos, cuando las cosas no se ven tan bien y a veces aun todo estando en control esa preocupación siempre recae sobre nosotros una y otra vez.

Aprendamos lo que nos dijo Jesús sobre esto. Dice en Lucas 12, versículos 22 y 23:

No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido

En este mundo tan ajetreado nos afanamos por todo día a día y nos preocupamos por la más mínima cosa. Que como me visto, si estoy o no a la moda, que comeré hoy, que pasará hoy en el trabajo, como podré hacer tal o cual cosa, como conseguiré más dinero, cómo resultará esto, cómo lo conseguiré, etc.

Démonos cuenta que Dios nos provee todo esto en todo momento pues sabe que son cosas básicas para subsistir y siempre nos proveerá.

V. 27 y 28.

“Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?”

V. 29 “Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud."

V.30 “Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas”

Jesús prefiere que busquemos en vez que ponernos, o como lucimos y como tener más cosas, prefiere que mejor busquemos el Reino de Dios. A través de Dios y de su misericordia para con nosotros tendremos todo lo demás pues El es creador y proveedor de todo. No nos deja desamparados.

V. 31”Mas buscad el Reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas."

V.32”No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”

V.33”Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde el ladrón no llega, ni polilla destruye.”

Desea que acumulemos tesoros en el cielo, acumulados allá arriba para que luego que pase esta vida, donde lo que adquirimos materialmente aquí queda, y solo aquí, podamos tener allá lo realmente importante, nuestro tesoro de la vida eterna junto a nuestro Señor.

Acumulemos las ganancias celestiales en vez de las terrenales, las terrenales aquí perecerán pero las celestiales te esperan en el Reino de los Cielos. La vida espiritual debe ser enriquecida y buscada, preocupándonos mas por ella en vez de por las cosas básicas de la vida.

V.34”Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

Somos de donde esta nuestro tesoro. Si nuestro tesoro esta con Dios en los cielos somos del cielo. Si están acumuladas nuestras riquezas y tesoros en la tierra, con lo del mundo, aquí estamos, solo aquí y cuando pasemos de esta vida, no tendremos tesoro en la próxima. No tendremos el tesoro en el Reino de Dios. Y el tesoro es las grandes delicias que nos espera al vivir junto al Dios vivo, nuestro Señor y todo lo que el nos proveerá, eso si es un tesoro.

Asi que, no te afanes por el dia a dia, cada dia trae su propio afan. Confia en Dios que te proveerá y no estes ansioso, El proveera, mientras tu, encargate de ir acumulando, tesoros en el cielo. ;) DLB.