Hay en nuestra vida muchas cosas que nos gustaría cambiar. Algunos de nosotros quisiéramos ser mas fuertes frente a alguna tentación, otros quisieran tener más paciencia para esperar en el Señor, otros desean que su dominio propio sea más fuerte, quizá más de alguna tiene el anhelo o por lo menos la buena intención de hacer algo para agradar a Dios.
Ahora bien, el hecho de querer o tener la intención de hacer algo positivo o dejar de hacer algo negativo que afecta tu relación personal con Dios, no quiere decir exactamente que lo lograras.
¿Cuantos se identifican conmigo en que muchas veces hemos querido dejar de hacer algo para agradar a Dios y hemos fallado en el intento?, ó ¿Quizá nos propusimos hacer algo en especifico para el Señor y no logramos cumplir nuestro objetivo?
Estoy seguro que todos hemos pasado momentos como esos, momentos en los cuales nos sentimos frustrados quizá por no haber cumplido una promesa que le hicimos a Dios, momentos en los cuales nos hemos sentidos indignos de Él porque no somos los mejores cristianos del planeta, momentos en los cuales hemos hasta pensando en colgar los guantes, porque fallamos una y otra vez, momentos de esos en donde a pesar que no lo digamos o pronunciemos nuestra mente sabe que QUEREMOS PERO NO PODEMOS.
En mi vida he pasado por muchos momentos de esos, en los cuales he querido dejar de hacer algo que se que a Dios no le agrada y he fallado, momentos en los cuales me he sentido indigno de servirle porque a lo mejor hay millones mejores que yo para eso que me ha encomendado, episodios en donde por más que he intentado algo, he fallado en el intento y en donde la vergüenza que me ha inundado es tan enorme que me quiere hacer creer que ni siquiera soy digno de llegar y pedirle perdón al Señor.
Pero en medio de todo esos momentos, siempre me ha mostrado que no me escogió por lo perfecto que soy o lo bueno que he sido, sino que por su Misericordia y Gracia me ha hecho lo que soy.
Y es que Dios sabe que la intención de querer hacer las cosas bien esta en nuestro corazón, pero nuestra naturaleza pecaminosa que va en contra de lo que a Dios le agrada muchas veces no nos deja hacer lo que en nuestro corazón quisiéramos llevar a cabo.
Es por esa razón, que el Señor a través de su palabra nos dice: “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)
En pocas palabras no te rindas de tu intención de querer agradar a Dios, que el tropiezo no te lleve a le perdición, sino que solo sea el inicio de una revancha la cual con la ayuda del Señor saldrás victorioso.
Posiblemente, hoy te encuentres en un momento de esos en donde estas a punto de tirar todo por la borda, en donde reconoces que QUIERES, PERO NO PUEDES, que lo has intentado una y otra vez y siempre fallas o cometes un error, mas sin embargo este día Dios te quiere recordar que El pondrá en ti el querer como también el hacer, por lo tanto no te rindas.
No es momento de rendirnos frente a los obstáculos que el enemigo y nuestra misma naturaleza pecaminosa nos ponen, al contrario es momento de darnos cuenta que cada día necesitamos más del Señor y que fuera de Él no podemos hacer nada, pero que con El somos más que vencedores.
Si por cada vez que me he sentido mal conmigo mismo por no poder hacer o cumplir lo que me gustaría cumplir, hubiera tirado todo a la borda, entonces hoy no estarías leyéndome, hoy no estuviera escribiendo estas líneas que nadie me las conto, sino que yo mismo las he vivido, por tal razón te animo a que no te desanimes, a que no te des por vencido, ¡Vamos! Dios no ha terminado contigo, serás mejor de lo que un día te imaginaste que serias.
Es momento de pararnos firmes e intentarlo de nuevo, pero esta vez poniendo a Dios en el lugar que se merece en nuestras vidas, en ese LUGAR DE PRIVILEGIO con el que lo hacemos Rey y Señor de nuestra vida, para que gobierne y nos dirija por el camino perfecto.
Hoy Dios quiere decirte que NO TE RINDAS y QUE LO INTENTES NUEVAMENTE, quizá en el camino fallaras, quizá habrá algo que querrá impedir que avances, pero LEVÁNTATE Y VUELVE A AVANZAR, no te quedes derrotado, INTENTALO CUANTAS VECES SEA NECESARIO, estoy seguro que solo de esa forma PODREMOS VENCER.
¿Quieres pero no puedes?, Entonces ríndete hoy al Señor
¡Levántate y Avanza nuevamente.
Enrique Monterroza